ENSAYO

LA RESPONSABILIDAD DEL AUDITOR EN LA DETECCION DE FRAUDES E IRREGULARIDADES

Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay


Hoy en día es realmente innegable la gran cantidad de fraudes e irregularidades que existen en beneficio de algunas empresas, este es sin duda uno de los más grandes problemas por los que viene atravesando el país y el mundo en general durante los últimos años, es por ello que el presente artículo de opinión tiene como finalidad, dar a conocer la responsabilidad del auditor en la detección de fraudes e irregularidades. Una de las personas encargadas de detectar estos problemas es el auditor, pero ¿Cómo el auditor puede detectar este tipo de fraudes e irregularidades?

Pues la respuesta es muy sencilla, eso lo hacen a través de las auditorías, las mismas que hacen recaer una gran responsabilidad sobre los auditores.

De acuerdo a la NIA 240, "los auditores son los responsables de determinar si los EEFF demuestran razonabilidad, es decir si se encuentran exentos de errores materiales, ya sean a causa de un fraude o de un error” (INCP, 2015, párr.6).

Este fragmento extraído de la NIA 240, básicamente nos da a entender que el auditor tiene la responsabilidad de precisar si los EEFF analizados contienen o no errores en su contenido.

El auditor, a la hora que realiza una auditoría en conformidad a lo que dicen las NIA, automáticamente se convierte en responsable de obtener una seguridad razonable, de tal manera que los EEFF se encuentren libres de incorrecciones. Sin embargo, debido a diversas limitaciones que existen dentro de una auditoría, prevalece el riesgo de que algunas incorrecciones no puedan ser detectadas a pesar que la auditoría se haya ejecutado correctamente de acuerdo a las NIA. La posibilidad de no detectar incorrecciones a causa de un fraude es mayor a la posibilidad de no detectar incorrecciones a causa de un error, esto básicamente se debe a que el fraude generalmente suele estar encubierto por diversos planes organizados con el fin de evitar que sean descubiertos (INCP, 2015, párr.6-8).

Los auditores no proporcionan una garantía absoluta de que cada número sea 100% preciso. Más bien, proporcionan una garantía razonable de que las finanzas están libres de errores materiales y que presentan de manera justa la posición financiera de la empresa en todos los aspectos materiales (Contraloría General de la República, 2014, p.9).

De acuerdo a lo investigado puedo decir que los auditores trabajan dentro de un margen de error aceptable, conocido como materialidad. La magnitud de la materialidad depende del tamaño de la organización y de sus ingresos y gastos. Para una empresa muy pequeña, un error de unos pocos cientos de soles puede ser significativo, pero para una empresa grande, un error material podría medirse en cientos de miles de soles.

Mendoza (2009) nos dice que frente a un riesgo de fraude lo que el auditor debe hacer es: identificar dichos riesgos tomando en cuenta la información que se ha obtenido a través de los procedimientos realizados para la evaluación del riesgo, además de ello se debe considerar los tipos de transacciones, los saldos de cuenta y las revelaciones en los EEFF; relacionar los riesgos de fraude que han sido identificados con lo que podría estar mal a nivel de aseveración; considerar la magnitud del error, teniendo en cuenta la posibilidad de que ese riesgo pueda dar origen a múltiples errores; tener un mayor interés en corroborar las explicaciones que ofrece la administración, siempre y cuando sean asuntos de importancia relativa (p.11).

Ahora, cuando el auditor ya se encuentre frente al fraude ¿Qué es lo que debe hacer?, pues lo que deberá hacer es colocar a prueba la propiedad de cada uno de los asientos del diario que han sido registrados en el libro mayor y demás ajustes que han sido realizados en la preparación de los EEFF. Aquí se debe revisar la propiedad de los anteriormente mencionados y determinar si se cuenta con la debida autorización para su registro y elaboración. También se debe realizar una revisión a las estimaciones contables para determinar si existen errores de importancia relativa como consecuencia del fraude. Por último, se debe comprender cuál es la lógica del negocio que se utiliza para realizar transacciones importantes, para que de esta manera el auditor pueda establecer si existen operaciones que están fuera de su curso normal (Mendoza, 2009, p.12-13).

Algo importante que se debe tener en cuenta es la ética del auditor, dentro de ello tenemos una palabra muy importante como es la “independencia”.  Según la JDCCPP (2005) “La independencia significa que se puede llegar a una conclusión sin dejarse manipular o influenciar por agentes externos, esto va a permitir que el auditor actué con objetividad e integridad demostrando su escepticismo profesional” (p.11)

Después de todo lo expuesto se concluye que la responsabilidad del auditor en relación a los fraudes y a las irregularidades se centra básicamente en su capacidad para detectar los riesgos durante el proceso de auditoría, es ahí donde debe adoptar una actitud en donde prevalezca el escepticismo profesional, esto lo debe hacer ya que existe la posibilidad de que los responsables de las posibles acciones fraudulentas quieran afectar los resultados de la auditoría.


BIBLIOGRAFÍA

Contraloría General de la República. (2014). Manual de Auditoría de Cumplimiento. Obtenido de Contraloría General de la República: https://doc.contraloria.gob.pe/normativa/control_posterior/Version_integrada_del_Manual_de_Auditoria_de_Cumplimiento-MAC.pdf

INCP. (2015). NIA 240. Obtenido de INCP: https://incp.org.co/nia-240-responsabilidad-del-auditor-en-relacion-con-el-fraude-en-una-auditoria-de-estados-financieros/

JDCCPP. (2005). Código de ética profesional del contador público peruano. Obtenido de Junta de Decanos de Colegios de Contadores Públicos: https://jdccpp.org.pe/docs-publicaciones/codigo_etica_contador_publico_peruano.pdf

Mendoza, J. (2009). Detección del fraude en una auditoría de Estados Financieros. Obtenido de Redalyc: https://www.redalyc.org/pdf/4259/425942160012.pdf